Mi empanamiento es tal que no fue hasta el día de ayer que me enteré de que Subcultura, ese gran portal de webcómics en español, cerraba sus puertas para siempre.
Se realizó un anuncio a finales de noviembre, advirtiendo a los usuarios del cierre, para que se hicieran a la idea y para que hicieran copias de seguridad de todos los cómics alojados en su servidor.
Patroklo y Neverwolf: "Creo que todos os esperabais este mensaje en algún momento. [...] Subcultura dejará de existir el 31 de enero de 2018 [...] Hemos intentado arrancar una versión nueva en numerosas ocasiones, pero el trabajo, la vida personal y la desmotivación no lo han hecho posible. [...] Gracias por estos nueve años y medio de risas y dolores de cabeza."
Me entristece mucho leer esa noticia. Cuando yo caí de repente en estos mundos de Internet, con un éxito casual de una parodia de Naruto hecha a lápiz, empecé a experimentar con multitud de proyectos en una "cómicsfera" en continuo crecimiento.
Disfruté mucho de todo lo que sucedió en jesulink.com durante mi juventud y siempre buscaba poner mi granito de arena ayudando a motivar a más jóvenes a vivir lo mismo a través de los cómics. Como buenamente pude, le metí muchísimas horas durante varios años al Taller de Manga (el cual no estaría mal renovar algún día) y también al movimiento Usermanga, gracias al cual compartimos montones de cómics independientes de decenas de autores de habla hispana.
Siempre quise trabajar con la idea de formar una comunidad, al igual que los WEE, que daban voz a todo tipo de tiras cómicas, siendo bien recibidos todo tipo de estilos.
Pero un día apareció Subcultura y recuerdo perfectamente lo que sentí. Sentí que ahí estaba la casa de los autores de webcómics. Alguien había logrado lo que muchos deseábamos ver. Todo era fantástico.
Un sistema de búsqueda y clasificación de tiras genial, una increíble cantidad y variedad de obras y autores y una de las comunidades artísticas más geniales que podría haber visto. Lo disfruté como espectador durante muchos años y siempre admiré todo lo que esa página contenía: el esfuerzo e ilusión de los artistas, la energía de los lectores y por supuesto, la dedicación de los administradores.
Todo lo que formaba esa Internet que viví en mi juventud a mediados de los años 2000 está mutando o desapareciendo. Es ley de vida. Hace ya mucho que lo asumí. Pero me sigue entristeciendo que Subcultura ya no esté para reunir a tantísimos autores de cómic y también a tantísimas personas que quieren leer sus historias.
No sé si existe otra comunidad en español que ofrezca esto, pero espero que podamos volver a ver a toda esa piña de autores unidos en un mismo lugar. Si no la hay, espero que surja.
Los autores siguen ahí y sus obras también, pero igualmente, se echará mucho en falta que ya no compartan ese hogar.
Se ha ido algo que muchísimos autores y lectores de cómics recordarán para siempre.
Adiós, Subcultura.